lunes, 21 de octubre de 2013

Los gavilanes consagra al joven tenor local, José Manuel León

Este domingo debutó la compañía lírica “Maestro Andrés Uriel” de la ACAZ en la XXX Semana de la Zarzuela, que repuso Los gavilanes, en sesión doble. Por la tarde pudimos ver a las voces locales en los roles principales de Juan el Indiano (Andrés Sevilla) y Adriana (Petri Casado). El veterano barítono solanero lograr mantenerse en un nivel constante; se nota que cuida su garganta para llegar dignamente al ataque de una partitura bastante exigente, en especial con la romanza de salida, “Mi aldea”. Petri Casado también llegó en buen momento para interpretar a la madura Adriana, madre de Rosaura, otra partitura nada sencilla. La soprano volvió a exhibir su talento vocal y como actriz.

Sin embargo, la gran revelación tiene nombre solanero: José Manuel León. Ha quedado claro que su tesitura es de tenor, y este año ha dado un salto cualitativo encarnando a Gustavo. El trabajo en los ensayos ha dado frutos y su evolución ha sido notable, incluso sobresaliente. Por fin ha logrado un vibrato de voz claro, que exhibe con naturalidad, sin golpes de cabeza, y un fiato que no descubre falta de aliento en los sostenidos. Sin embargo, llamó la atención cómo se atrevió a atacar la denominada mezza di voce, en esta ocasión el paso del forte al pianissimo, especialmente en la romanza “Flor roja”. Una técnica nada sencilla a la que añade una buena vocalización mientras canta.

Marcando las diferencias que aún hay que marcar respecto a un solista lírico profesional, y que siguen siendo muchas, el talento del joven José Manuel León se une a sus ganas por mejorar. Por cierto, tampoco es manco en la declamación.

No se trata de lanzar a los cielos al chaval. Sigue siendo un aficionado cuya principal cualidad es, precisamente, su margen de mejora, que esperemos todavía sea mucho. Pero sí se trata de destacar la necesidad que tiene La Solana de parir nuevas voces importantes. Andrés Sevilla ha dado mucho, y lo sigue dando, pero no hay por qué esconder que su gran virtud es mantenerse. Petri Casado es la gran perla femenina y ojala no haya tocado su techo. Faltaba un tenor, y parece que por fin lo tenemos.

Queramos o no, las voces principales marcan los éxitos de una escenificación de zarzuela, por muchos que los actores genéricos se esfuercen en destacar en sus roles. Y de esos, la compañía local tiene sus clásicos, los Luis Romero, Gregorio Uriel, Julián Gª Cervigón y cía., incansables a la hora de poner el punto cómico, tan imprescindible en la zarzuela española. En esta ocasión, Luis y Julián se repartieron al alcalde Clariván, y Gregorio dobló haciendo de Triquet.

En cuanto a la asistencia de público, sábado y domingo se dieron la mano. Tres cuartos de entrada por la tarde y menos de media por la noche. En total, unos 2.900 espectadores asistieron a las cuatro funciones. ¿Quizás se debió escenificar una sola función tanto sábado como domingo?. Es muy posible. La realidad es que apenas 600 espectadores siguieron las funciones nocturnas del fin de semana. Por cierto, el barítono malagueño Antonio Torres volvió a demostrar su enorme prestancia vocal en la sesión de noche de Los gavilanes, acompañada por la madrileña Milagros Martín, que siempre llena la escena, en todos los sentidos. La joven soprano Ruth Teherán cuajó bien el papel de Rosaura.

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