Antonio García-Cervigón está ilusionado con este libro, que recuerda que es una de las obligaciones estatutarias de la Asociación de Amigos de la Zarzuela (ACAZ), realizada sin ánimo de lucro y en que la que todo el trabajo de búsqueda, selección, ordenación y redacción se ha hecho de forma gratuita.
¿Cuál es el contenido de este nuevo libro de la ACAZ?
Es un libro de fotografías antiguas, lo que denominamos Memoria de la Historia. Es una obra que va a causar impresión por el contenido. Hay muchísimas familias que nos han abierto sus colecciones, instituciones que nos han abierto sus archivos desinteresadamente. El libro cuenta además con unas 70 páginas literarias y 80 páginas de fotografías en color que son preciosas, además de las imágenes en blanco y negro. En su interior se palpa La Solana, se ve su transcurrir desde los últimos años del siglo XIX.
Con todas esas aportaciones, ¿será difícil decidir que se queda dentro o fuera del libro?
En efecto. Hemos manejado más de 5.000 documentos. Yo soy el autor del texto, pero hay otra persona que me ha ayudado muchísimo, Milagros Montoya Jaime, también integrante de la directiva de la ACAZ. Nadie sabe las horas y horas que hemos echado.
¿Qué le ha permitido descubrir este trabajo?
Como apuntaba antes, en este libro se está descubriendo a La Solana y no solamente los paisajes, las calles, la parte urbana o las comunicaciones… A través de esto se ve como ha cambiado el vestido, el peinado o el ocio en La Solana.
¿Cómo se consigue hilar todas esas imágenes en un texto?
El hilo argumental sigue el de las primeras ediciones. Anteriormente se publicaron casi 550 páginas y ahora hemos seguido el hilo orgánico que los une con las 1.500 fotos publicadas en el primer y el segundo tomo. Una parte importante del libro son los retratos, familiares, de bodas, bautizos, primeras comuniones, en general todos los actos que desarrolla una sociedad. Si hay algo que se recuerda es precisamente eso: la boda, el bautizo… y eso es lo que hemos marcado, el ritmo de la vida y lo que hemos reflejado.
Visto desde el siglo XXI, ¿cómo ha ido cambiando la elección de motivos fotográficos?
La fotografía de acontecimientos viene desde el siglo XIX, pero ha seguido su curso. Cuando apareció el vídeo pensábamos todos que iba terminar con la fotografía, pero ahora tenemos a nuestra disposición muchos documentos históricos recientes. La fotografía tiene una faceta de reencarnación de iconos que hace que recordemos un suceso por una imagen. Recordamos la guerra de Vietnam por medio de esa fotografía de una descarga de napalm y una niña desnuda corriendo por la carretera. Está claro que la fotografía hasta bien entrado el siglo pasado no se generalizó. Anteriormente las hacían los fotógrafos que tenían un estudio y la gente acudía a Ciudad Real, a Madrid, a Sevilla a hacerse la fotografía con esos prestigiosos profesionales. Los cuatro fotógrafos que había en la zona eran auténticos profesionales y también estaban los fotógrafos ambulantes que pasaban por las ferias de La Solana. Entre los fotógrafos pioneros de la localidad estaba Pedro Antequera, el padre de Isidro Antequera que es uno de los fotógrafos más asentados de La Solana y de la región. Pedro Antequera se instaló en La Solana en los años 20. Luego le siguieron numerosos fotógrafos, varios nacidos y criados en la localidad, que han ampliado y dejado numerosas imágenes de La Solana.
Dentro de ese carácter simbólico de la fotografía, ¿qué imagen puede tomarse como el icono de referencia de los solaneros?
A mí una imagen que me causa impresión es la ermita del Humilladero, que es la de la patrona de La Solana cuando viene. También me causó una impresión extraordinaria la torre de La Solana. Hay una foto de Soteras, del año 1920. Era quizá la torre más esbelta de la provincia. Estaba rematada con un capitel que se perdió en la Guerra Civil, se reconstruyó en el año 1957, pero no con la misma altura que tenía y hace unos años se hizo una obra para intentar recuperar el capitel antiguo, pero creo que se quedaron un poco cortos.
¿La presentación será algo especial?
Estará el alcalde, Luis Díaz-Cacho; el vicepresidente de la ACAZ, Luis Romero de Ávila; el tenor Pedro Lavirgen, a quien le enviamos el libro y está encantado. Habrá una gala lírica a la que están invitados todos los amantes del género y en la que contaremos con auténticas voces de oro, como María Dolores Travesedo o Josefina Meneses, entre otros.
