jueves, 31 de diciembre de 2009

El huésped del Sevillano



La obra:

La zarzuela en dos actos EL HUESPED DEL SEVILLANO se estrenó el 3 de diciembre de 1926 en el Teatro Apolo de Madrid, siendo sus iniciales intérpretes, Selica Pérez Carpio en Raquel, Ricardo C. de Lara en Juan Luis, Rosario Leonís en Constancica, Paquita Alcaraz en Teresa, Angelita Durán en Ginesa, Arturo Lledó en Rodrigo, Juan Frontera en Don Diego y Jesús Navarro en el huésped. Respecto al papel protagonista de Juan Luís, el Diccionario de la Zarzuela cita como cantante del estreno a Delfín Pulido, pero la Historia de la Zarzuela nombra al antes citado Ricardo C. de Lara quien “no llegó a convencer al público, pues si cantó bien por primera vez la canción de la espada, al bisarla, y luego en el dúo, estuvo verdaderamente desafortunado. Dos días después del estreno fue sustituido por Delfín Pulido, y unos meses más tarde, coincidiendo con su debut, Pepe Romeu interpretó el papel de Juan Luís, con el que alcanzaría éxitos nunca interrumpidos en su carrera de tenor con exquisita línea expresiva”. Respecto a los intérpretes de ese papel, escrito para tenor, hay que destacar que también han triunfado con él mismo Marcos Redondo y Luís Sagi-Vela, más sorprendente en este último que no era lo que se llamó bari-tenor. Según Arnau “la música de Guerrero llevó al público a grados de entusiasmo pocas veces registrado, por lo menos en los últimos de Apolo. Todos los números fueron bisados, y algunos, como la briosa canción de la espada y el coro y la canción de las talaveranas, se cantaron tres veces entre estruendosas ovaciones”. La crítica fue asimismo complaciente, destacando “La Epoca“ que al ser tocado el tema de las lagarteranas por la orquesta sola, a modo de intermedio, fue coreado por el público al igual que había sucedido años antes con el “Hay que ver, hay que ver” de LA MONTERIA, zarzuela del mismo compositor. Sólo, como refiere Adame, el crítico Enrique Díaz Canedo en “El Sol” motejó a los autores el ser irrespetuosos con Cervantes escribiendo “No importa que no se pronuncie su nombre como hacían los judíos con el sagrado Jehová. Lo triste es que te hacen hablar en prosa y verso, en prosa corriente y verso ramplón. No hay oído que admita como buenos los endecasílabos del cuadro segundo, y, los versos menores, si suenan, nada dicen. Escrita en prosa, la parte hablada hubiera podido pasar; como los cantables, aun en verso; hubieran pasado hasta en música. Más estos mismos, escuchados con atención, son lamentables. Y menos mal que Cervantes no canta”. No está mal ¡verdad! El hombre se desahogó, pero claro, al día siguiente, en ABC, Reoyo y Luca de Tena lo rebatían ampliamente; es muy larga la réplica, pero de muestra basten dos botones, uno “Absolutamente toda la prosa que hemos puesto en labios suyos (se refieren a los de Cervantes) es suya, copiada literalmente de páginas de LA ILUSTRE FREGONA” y el otro “Entre los cantables que el señor Díaz Canedo califica de lamentables, sin hacer excepción, hay uno “La Chacona” reproducido exactamente en nuestra autocrítica y conocido como de Cervantes por todo el mundo”. Me parece que para ocasión similar se inventó aquello de ¡Tierra trágame!
Desde entonces el éxito ha acompañado a esta obra, tanto en sus representaciones íntegras como en los recitales en que se han interpretado o grabado alguno de sus más famosos números.
Cuenta Adame que, dado por terminado su trabajo, se reunieron compositor y libretistas en el Guría de San Sebastián con Pepe Lamorena, natural de Navalcarnero y entusiasta de la escena y este último oyendo lo que oyó, “entró” tanto en situación que entonó una canción talaverana “por si le podía valer de algo a Jacinto”, y tanto que le sirvió, pues se convirtió en el famosísimo número de las lagarteranas. También amartilla Adame la opinión de Arnau sobre el tenor del estreno al considerarlo una excepción en el triunfo del estreno al estar “desafortunadísimo hasta el punto de haber podido poner en peligro el felicísimo resultado, de no haber sido tan claro el favor del público desde los primeros momentos”.
El compositor

El compositor Jacinto Guerrero Torres, nació en Ajofrín (Toledo) el 16 de agosto de 1895 y murió en Madrid el 15 de septiembre de 1951. Se inició en la música en su pueblo y desde 1904 en Toledo donde fue seise en la catedral y un “todoterreno” como intérprete, pues tocó instrumentos de viento, piano, órgano y violín, hasta que la composición de un HIMNO A TOLEDO propició la concesión de una beca y su traslado a Madrid en 1914. Fue violinista de la orquesta de Teatro Apolo y esto le sirvió para adquirir experiencia teatral y relaciones. Ha sido, junto con Alonso, un músico dotado para logros más importantes pero tentado por el triunfo fácil que le hizo compartir producción de obras muy dignas con otras arrevistadas o directamente revistas, causando con ello daño a la zarzuela. Su catálogo es impresionante, solo detallaré, las zarzuelas de las que conozco que han tenido trascendencia fonográfica, así LA ALSACIANA (1921), LA MONTERÍA (1922), LOS GAVILANES (1923), EL COLLAR DE AFRODITA (de esta obra aun conservo un disco de La Voz de su Amo grabado en 1927, de 78 rpm en que Amparo Saus canta “Java faraónica” y Federico Caballé “Curva de mujer”, ambos dirigido por Guerrero) y MARÍA SOL (1925), EL HUÉSPED DEL SEVILLANO (1926), MARTIERRA (1928), LA ROSA DEL AZAFRÁN (1930), LA FAMA DEL TARTANERO (1931), EL AMA (1933) y EL CANASTILLO DE FRESAS (zarzuela póstuma terminada por amigos del compositor y estrenada en 1951). Compuso para Fleta la canción MI VIEJA que estrenó el gran tenor en el Teatro Apolo y que también ha grabado Marcos Redondo. Con este simple detalle, se ve como, salvo “El Canastillo” la producción importante de Guerrero terminó en 1933, por eso digo que desaprovechó su inspiración en cosas menores que privó a la Zarzuela de otras composiciones de más calado.

Los libretistas

Juan Ignacio Luca de Tena y García de Torres, nació en Madrid el 23 de octubre de 1897 y murió en Madrid el 11 de enero de 1975. Licenciado en Derecho, dramaturgo y periodista, destacando en esta faceta como Director de ABC y Blanco y Negro. Tuvo una alta significación política por su posición en los medios de comunicación, pasando de una cruda oposición a la república a una amigable convivencia con Franco pese a su amistad con Don Juan de Borbón. En su producción escénica destacan ¿QUIEN SOY YO?, ¿DONDE VAS, ALFONSO XII?, LA OTRA VIDA DEL CAPITAN CONTRERAS (en colaboración con su hijo Torcuato) y DON JOSE, PEPE Y PEPITO. Para obras musicales escribió los libretos de las zarzuelas EL HUESPED DEL SEVILLANO, en colaboración con Enrique Reoyo, musicada por Guerrero, y EL EMIGRANTE, música de José María Franco.
De Enrique Reoyo y Herrera no he conseguido saber donde y cuando nació y según el Diccionario de la
Zarzuela murió en San Lorenzo del Escorial el 1 de enero de 1938. Por esa fuente y una pequeña reseña en un apéndice del Espasa sabemos que fue autor en 1909 de EL PRIMER NOVIO, en colaboración con Diego San José, de una obra de versos en 1914 HORAS TONTAS y de una obra para el teatro en colaboración con Paso LOS CIEN MIL HIJOS DE SAN LUIS, en 1918. Para el teatro lírico escribió varios libretos, siempre en colaboración, destacando LA LEYENDA DEL BESO, de los maestros Soutullo y Vert y EL HUESPED DEL SEVILLANO, de Guerrero. Serafín Adame nos dice que fue médico en ejercicio, práctica que luego abandonó para dedicarse al teatro, cuya actividad y su vecindad en El Escorial con Luca de Tena propició la amistad y la colaboración.

Sinopsis

En la imperial ciudad de Toledo, y a principios del siglo XVII, sitúan sus autores la acción de esta zarzuela. Sobre el mismo marco que el inmortal Miguel de Cervantes imaginara para su obra «La ilustre fregona» han urdido Reoyo y Luca de Tena una trama ingeniosa y llena de originalidad. Plazuela en la que se encuentra enclavada la espadería de maese Andrés Munestein. Es su cliente Juan Luís, un joven pintor de la corte, que tiene el encargo del rey para que pinte una Virgen Inmaculada con destino al Real Oratorio. El artista espera encontrar en Toledo la modelo que le sirva para realizar su obra. Conoce a Raquel, mujer de belleza extraordinaria e hija de maese Andrés Munestein. Efectivamente, queda prendado de su belleza; es la mujer que busca para su cuadro. El conde don Diego, aprovechando la salida de la joven Raquel de su casa, camino de la iglesia, la hace su prisionera, llevándosela al Mesón del Sevillano, en espera de la ocasión para sacarla de la ciudad. El rapto de Raquel llena de indignación a Juan Luís, que está enamorado de ella. Constancica, moza del mesón, pone al corriente a Rodrigo, criado de Juan Luís, de todo lo que sabe respecto a la situación de Raquel: don Diego y sus secuaces preparan la fuga, huirán de la ciudad llevándose a su víctima. La llegada al mesón de un fraile encargado de transportar en una acémila varios hábitos con destino a su convento, le da la idea a Rodrigo de robar uno y disfrazarse de religioso para no despertar sospechas... La figura de Miguel de Cervantes está presente en el mesón como huésped. Confunde a Constancica con una gran señora disfrazada de fregona, y al darse cuenta de su error, surge en su mente la idea de escribir, como así lo hizo, su novela ejemplar. El pobre Rodrigo es descubierto por el conde y sus hombres, quienes se disponen a apalearle. Es en este momento cuando la justicia llama a la puerta del mesón. Los bandidos se ven descubiertos, y es Rodrigo quien les promete salvarles si le indultan del apaleamiento. Ellos acceden y Rodrigo les hace que se disfracen también de frailes. Así lo hacen, y cuando penetran los corchetes en el mesón, se encuentran con los cinco religiosos, falsos por supuesto, que se disponen a mortificarse como es costumbre en ellos, según indica Rodrigo, quien, cogiendo un vergajo, va atizando vergajazos a uno y otro aventurero, incluido don Diego, hasta hacerles ver las estrellas. Cuando ya se ha cansado de pegar, la entrada de Juan Luís hace ver toda la verdad a los representantes de la ley, que se llevan detenidos a los malhechores. Raquel y Juan Luís ya no se separarán jamás. El pintor hará su obra más completa: pintará el cuadro que el monarca le encargó, pondrá todo su arte al servicio de los deseos reales... y se quedará con el modelo para siempre. El huésped del mesón del Sevillano observa y capta la felicidad de unos y otros y su mente comienza a trabajar: se está incubando una de las más grandes obras literarias que escribiera el Príncipe de los ingenios.
Esta famosa zarzuela de Guerrero, llena de momentos musicales que pasaron enseguida al acervo popular como piezas independientes, se inicia con un preludio hecho según los mejores patrones del género, en donde alternan los momentos graves construidos sobre melodías tocadas al unísono y los momentos de farándula. Pronto se introduce el coro que permite a Ginesa cantar “Igual que mi cantarillo” en un acto de presentación no exento de lirismo, hecho de las voces de solista y coro entrecruzadas. A continuación oímos el famoso canto “Fiel espada triunfadora” convertido en piedra de toque de cantantes españoles, basado en una melodía muy rítmica en la que la orquesta marca los tiempos fuertes y el coro da el contrapunto necesario para que el solista reinicie la canción. Un aire grave introducido por la campana da pie para la romanza de la soprano “Cuando el grave sonar de la campana” que luego deviene en dúo con el tenor que alterna con la soprano el decir la frase “Castellana, toledana”, usada como estribillo que irá apareciendo a lo largo del desarrollo dramático y que está hecho de temas populares muy cercanos a la jota. Asistimos luego al brioso dúo de soprano y tenor “Insolente presumido” que luego se serena con la frase “Moza la toledana”. Llegamos a uno de los brillantes números cómicos de la obra, el pasacalle de lindos y feos “No me seas esquivo” simpatiquísimo tanto por la situación como por la música. Y finaliza el acto con un número en que se “masca la tragedia” que se avecina y presiente. En el segundo acto, tras una sugerente introducción, nos damos de lleno con el coro de lagarteranas “Corred más” un tipo de melodía popular de las que tanto y con tan buena mano usó Guerrero. Sigue otro delicioso número cómico entre tiple y tenor cómicos “Si tu fueras pastora” en que asimismo se retoman los temas populares. La romanza dramática de la soprano “La pena me hace llorar” sirve de nexo con otro número explosivo de raíz popular, una chacona “El brío y la ligereza”. Y ya en la cuesta debajo de la zarzuela escuchamos otro de sus números famosos, la romanza de tenor “Mujer de los negros ojos” con la que prácticamente termina la acción, aunque todavía queda tiempo para un recitado evocador y un tiempo de seguidilla popular.

Índice de escenas

Zarzuela en dos actos con los siguientes números musicales:
Acto I: 1. Preludio y coro inicial “En la fuente cristalina…Igual que mi cantarillo”. 2. Canto a la espada toledana “Fiel espada triunfadora”. 3. Romanza de Raquel “Cuando el grave sonar de la campana…..Castellana toledana”. 4. Dúo de Juan Luís y Raquel “Insolente presumido….Moza la toledana”. 5. Pasacalle de feas y lindos y dúo cómico de Constancica y Rodrigo “No me seas esquivo”. 6. Escena final “Salid mis fieles criados”.
Acto II: 7. Introducción orquestal, canción del carretero “Para mula de varas, la Capuchina” y coro general “Corred más….Lagarteranas somos”. 8. Dúo cómico de Constancica y Rodrigo “Si tú fueras pastora”. 9. Romanza de Raquel “La pena me hace llorar”. 10. Introducción coral “Entren, pues, todos los mozos” y baile de la chacona “El brío y la ligereza”. 11. Romanza de Juan Luís “Mujer de los negros ojos”. 12. Nocturno y recitado del Huésped “Pintura sobre pintura” y del pregonero “Alma que en pecado estás”. 13. Final. Tiempo de seguidilla.

Personajes

Los principales son:
Raquel: Hija del espadero. Soprano.
Juan Luís: Pintor protector y enamorado de Raquel. Tenor.
Rodrigo: Escudero de Juan Luís. Tenor cómico.
Constancica: Moza del mesón del Sevillano. Tiple cómica.
Teresa: Una lagarterana. Tiple cómica.
El Huésped: Don Miguel de Cervantes. Actor
Don Diego: Conde de mala catadura. Barítono.
Ginesa: Moza toledana. Soprano.

Discografía

Basado sobre todo en la sección discográfica de esta página web, y buscando más bien el dato de identificación que la rigurosidad a veces difícil por la disparidad encontrada en las distintas fuentes consultadas, detallo las versiones siguientes:
Odeón (Blue Moon) 1926: Dirige Jacinto Guerrero y cantan Amparo Alarcón y Marcos Redondo. Se trata
de una selección de sólo cinco números.
Zafiro 1954: Dirigen Montorio, Navarro y Estevarena y cantan Dolores Pérez (Lily Berchman), Luís Sagi-Vela, Teresita Silva y Santiago Ramalle. Esta versión la data el catálogo de la Biblioteca Nacional en 1956 para el sello Hispavox y 1958 para Zafiro. He tomado la fecha de la www.operadis.info/ .
Regal 1954: Dirige Rafael Ferrer y cantan Lolita Torrentó, Emilia Aliaga, Asunción Serra, José Simorra, Diego Monjo, Oscar Pol, José María Parellada, Fernando Cachadita y Juan Manuel Soriano.
Columbia 1959: Dirige Indalecio Cisneros y cantan Dolores Cava, Carlos Murguía, Julita Bermejo y Gerardo Monreal.
Emi-TVE 1969: Dirige Federico Moreno Torroba y cantan Dolores Pérez, Carlo del Monte, Rosa Sarmiento, Enrique del Portal, Luís Frutos, Amparo Moya, Manuel González y Antonio Gallego.
Carillón 1973: Dirige Enrique García Asensio y cantan Angeles Chamorro, Dolores Cava, Isabel Higueras, Alfredo Kraus, Enrique del Portal, Antonio Ramallo, Abelardo Curros y otros. Algunas fuentes sitúan esta grabación en 1967, yo tengo el vinilo original en cuya carátula consta que se llevó a cabo en junio de 1973.
Entre los fragmentos históricos señalo a Fleta que para La voz de su amo 1927 canta las dos romanzas Canción de la Espada y la Romanza “Mujer de los negros ojos” dirigido por Concordio Gelabert. Hipólito Lázaro que canta la canción para Columbia 1931. Conchita Supervía que canta para Odeón (Peral) 1931 “Las lagarteranas” y ya más recientemente, Alfredo Kraus, además de la versión completa citada, canta para Hispavox 1958 la romanza dirigido por Pablo Sorozabal y para Carillón 1965 la canción dirigido por José Olmedo. De Plácido Domingo me quedo con la canción grabada en 1988 dirigido por Moreno Buendía y la romanza en alguna versión dirigida por Enrique García Asensio. El CD homenaje al maestro Guerrero TVE 1995 contiene una fantasía de esta obra ejecutada por la Banda Sinfónica Municipal de Madrid dirigida por Enrique García Asensio. Las últimas versiones de la romanza con que cuento son las de José Bros dirigido por David Jiménez Carreras y la de Rolando Villazón dirigido por su modelo Plácido Domingo.

Videograbaciones

En el catálogo de la Biblioteca Nacional se detallan tres, procedentes todas de la misma grabación, que en definitiva es la que figura en discografía como Emi-TVE 1969 que cuenta con las “caras” de María José Alfonso, María Silva, Angel Picazo y Antonio Durán.

Bibliografía

He utilizado la siguiente:
“Diccionario de la Zarzuela”, coordinado por Emilio Casares Rodicio.
“El libro de la zarzuela”, de editorial Daimon.
“Historia de la zarzuela”, volúmen II, de Juan Arnau (Zacosa).
“El Huésped del Sevillano“, comentario anexo a vinilo de Alhambra.
“El Huésped del Sevillano”, estudio de Serafín Adame en vinilo de Carillón.
“Obras selectas” de Juan Ignacio Luca de Tena. Carroggio 1973.

Agua, azucarillos y aguardiente


La zarzuela Agua, azucarillos y aguardiente es otra de las zarzuelas que tienen por escenario Madrid.
El libreto fue escrito por Miguel Ramos Carrión y la música se la puso Federico Chueca. Se estrenó en el Teatro Apolo el 23 de junio de 1897.
La obra está ambientada en el Madrid de finales del siglo XIX y refleja a la clase media empobrecida en contacto con las clases más humildes. Se desarrolla en las proximidades de la Verbena de San Lorenzo, el 9 de agosto, en el paseo de Recoletos. En la obra se citan otras calles, como la Ribera de Curtidores, el Prao, la Plaza de Colón, Lavapiés, Las Vistillas, la Puerta de Alcalá, la Cebá. En la obra aparecen personajes y situaciones del Madrid de la época: aguadores y aguadoras, cigarreras, chulapos y chulapas, manolos y manolas, castañeras, barquilleros, el olor a churros calientes y la limonada en los barreños de barro cocido, niñas jugando al corro mientras las niñeras coquetean con los soldados, etc... Es decir, el Madrid castizo del
chotis, el pasodoble y el organillo.

Argumento

Asia, niña cursi, y su madre Dña. Simona, se mudaron a Madrid donde llevan una vida mísera, debiendo dinero hasta al casero. Una carta del tío del aconseja regresar al pueblo (Valdepatata), donde el primo está loco por casarse con Asia. Pero ésta sueña con Serafín, hijo de un ex ministro.
Serafín ofrece dinero a Pepa, que regenta un quiosco, para que le eche un somnífero a la madre de Asia, pero se niega. Lorenzo, compañero de Pepa decide echarlo el mismo. Llegan Asia y su madre para pedir dinero a Serafín para pagar la renta, la madre cae en aparente sopor y Serafín promete el cielo a Asia. De repente la madre despierta y se van como es habitual al Paseo de Recoletos. Serafín cae en un profundo y verdadero sueño, ya que también había ingerido el somnífero. Asia, desengañada, está dispuesta a volver a Valdepatata. A la media noche Pepa y Lorenzo con otra pareja se van al baile de la Verbena de San Lorenzo, mientras que a Serafín, que sigue durmiendo, le roban la ropa y la cartera.

 Características de la obra
La obra no plantea ningún motivo central ni trama unificadora.
Está dividida en dos cuadros independientes entre sí, siendo el segundo el más castizo y expresivo.
Su estreno fue modesto y sin pretensiones, era una obra para ese verano, para estar en cartel sólo unas semanas. De ahí el subtítulo de Pasillo Veraniego.
Fragmentos más populares

Coro de niñeras
Tanto vestido blanco,
tanta parola,
y el puchero a la lumbre
con agua sola.
Arrión, tira del cordón,
cordón de la Italia,
¿dónde irás amor mío
que yo no vaya?

Coro de Barquilleros:
Vivimos en la Ronda de Embajadores
Vivimos en la Ronda
de Embajadores,
al lao de la Ribera
de Curtidores.
Pasamos nuestra vida
con los chiquillos
que son los que consumen
nuestros barquillos.
Cruzamos el Prao,
la plaza Colón
voceando: ¿quién los quiere
tiernecitos,
tostaítos
de canela y de limón?
Las niñeras y los soldaos
por nosotros están pirraos
y dan cuartos a los chiquillos
pa que se los jueguen a los barquillos,
y a los ocho u diez u doce
que les damos por favor
se los comen casi siempre
entre la niñera y el gastador.
Cuando viene un señorito
y nos dice: vamos a jugar,
en menos que canta un gallo
la trampa está prepará.
Como están los clavos flojos
y la máquina desnivelá,
por más que se vuelva mico,
que ni pa Dios que nos pué ganar.
!Sería un pueblo!
¡U dos u tres!
Que un silbante ganar quisiera
a los barquilleros de Lavapié

miércoles, 30 de diciembre de 2009

La del manojo de rosas



La obra

La zarzuela, sainete, LA DEL MANOJO DE ROSAS se estrenó el 13 de noviembre de 1934 en el Teatro Fuencarral de Madrid, interviniendo, entre otros, en el reparto Maruja Vallojera en Ascensión, María Téllez en Clarita, Amparo Bori en Doña Mariana, Luis Sagi-Vela en Joaquín, Manuel Cortés en Ricardo, Eladio Cuevas en Capó, Francisco Arias en Espasa, Vicente Gómez Bur en Don Pedro y Francisco Ruiz en Don Daniel. Esta compañía fue formada por Emilio Sagi-Barba para actuar en el mencionado teatro del que también era co-empresario, recuperando títulos clásicos del repertorio compuestos por Gaztambide, Oudrid etc…, pero debido a la mala situación económica que tan quijotesca aventura conllevó, cambió el rumbo reapareciendo, tras tres años de retirada, el gran barítono con LA DEL SOTO DEL PARRAL y propiciando el estreno de la obra que nos ocupa por su hijo Luis Sagi-Vela que había debutado dos años antes con LA ROSA DEL AZAFRAN y estrenado el año anterior EL AMA, ambas de Guerrero.
Al modo de ver del Padre Sopeña, los creadores del sinfonismo español, Falla, Turina, Conrado del Campo, Esplá….tuvieron que “luchar” doblemente contra la zarzuela, por un lado contra su avejentamiento y rigidez escénica, por otro lado como tentación económica que solucionaba “a corto plazo” la posibilidad de un beneficio material que se presentaba como menos asequible en las obras sinfónicas. En el “antizarzuelismo” de estos autores hay, como contraste, el cariño por el sainete, por el género chico, admiran a Chueca, a Jiménez y a la fuente de todo eso: a Barbieri. La llamada “zarzuela grande” incapaz de representar un auténtico capítulo de nacionalismo, intenta mantenerse agarrándose al “cuadro madrileño” (Doña Francisquita y, de alguna manera, Luisa Fernanda) pero se trata de la evocación nostálgica de un ayer y por tanto inauténtica como teatro, no comparable al genial “sainete largo” de Arniches con todo su trasfondo de evolución social. Pues bien, LA DEL MANJO DE ROSAS, actualiza sin nostalgia, sin pastiche, el sainete madrileño. Si la joya del viejo género resumía tantas cosas en su título “Agua, azucarillos y aguardiente”, el tránsito del tiempo queda fijado sencillamente con el grito inicial de “Mantecao, helao”. El título de la zarzuela viene de la segunda frase del famoso dúo de LA REVOLTOSA y de él arranca la música, pero que camina inmediatamente por la senda personalísima de Sorozabal.
La obra obtuvo un gran éxito que, curiosamente, con el paso del tiempo no sólo no ha decaído sino que se ha consolidado como una de las zarzuelas más representadas en las últimas décadas.
Elías, nuestro compañero en el Foro Nueva Zarzuela me hace llegar una serie de anécdotas sobre esta obra y su compositor que no me resisto a que figuren en esta reseña para enriquecerla:
“Según cita en su autobiografía Pablo Sorozábal, el libreto de “La del manojo…” se lo dieron a él después de haberlo rechazado Moreno Torroba, a quien le pareció demasiado moderno para ponerle música. Conocido es que a Sorozábal no le asustaban las modernidades. De hecho si hay un músico renovador del género, aunque fuese en su última época, fue él. Además solía modificar las escenas, siempre con el permiso de los autores. En “La del manojo” no faltaron sus aportaciones y sugerencias. Hasta tal punto que se suprimió la escena inicial concebida por los libretistas, y que debía transcurrir en el aeródromo de Madrid, con varias vicetiples y Joaquín como mecánico de aviones.
Según Sorozábal se estrenó martes y 13, y fue una obra que el entonces coempresario del Teatro Fuencarral, Emilio Sagi Barba, programó sin demasiadas esperanzas de éxito ni de futuro. Tanto es así que se estrenó en noviembre, cuando el Fuencarral estaba previsto que el 8 de enero cerrase su escenario al teatro para transformarse en cine. Pero el éxito fue tal, que tras estar en cartel a diario, cuando cerró el Fuencarral pasó al Ideal, al Calderón y a la Zarzuela representándose en todo ellos a la vez a la vez.
Incluso el compositor, archivero y crítico de prensa, Julio Gómez, vaticinó tras el estreno que “La del manojo” solo estaría unos días en cartel. Sorozábal no cita su nombre, pero sí dice que tal vaticinio provino del autor de una “Suite en la”. Dice el maestro vasco que cuando se estrenó la obra en el Fuencarral la entrada costaba 3 pesetas, ascendiendo a 6 pesetas cuando llegó al Teatro de la Zarzuela.
No deja de ser curioso que dos de los grandes éxitos de nuestra zarzuela y sobre todo de Sorozábal, los compusiera el músico vasco porque otros colegas los rechazaron. Si Moreno Torroba dijo nones a “La del manojo”, Guridi hizo lo propio cuando se le ofreció el libreto de “La tabernera”, porque en aquel entonces estaba musicando otra obra de corte marinero: “Mari Eli”. A Sorozábal lo de las vicetiples parece ser que no le iba mucho. En el libreto de “La tabernera” también aparecía un grupo de ellas, vestidas de marino americano. En su lugar compuso la romanza de Simpson. Nunca sabremos si Ascensión y Marola hubieran sido tan populares y celebradas de no haberles puesto música Sorozábal. Lo que sí sabemos es que la zarzuela que compuso Guridi cuando rechazó “La tabernera” está totalmente olvidada”.
El compositor:
Pablo Sorozabal nació en San Sebastián el 18 de septiembre de 1897 y murió en Madrid el 26 de diciembre de 1988. Se inició musicalmente en San Sebastián primero en la Academia de Bellas Artes estudiando solfeo con Manuel Cendoya , luego en el Orfeón Donostiarra en que estudió violín con Alfredo Larrocha y piano con Germán Cendoya y finalmente como violinista en la Orquesta del Gran Casino dirigida por el citado Larrocha y eventualmente por Fernández Arbós quien en 1919 propició su llegada a Madrid integrado en la Orquesta Sinfónica de Madrid. De allí su salto a Alemania, pensionado, en donde consolidó sus conocimientos de composición, violín y dirección de orquesta. Durante varios años (hasta 1932) estuvo a caballo entre Alemania y Madrid, en donde iba componiendo Katiuska e incluso la posterior Adiós a la Bohemia, contándose que ni los mismos libretistas de Katiuska confiaban en él por no ser músico de teatro, pero, según La Voz de San Sebastián antes del estreno, “la obra llegó a Marcos Redondo, el barítono de las delicadezas, de la verdadera sapiencia de cantor y gusto. Sorozabal encontró al poderoso padrino que había de presentar su obra ante el público”. Además de su actividad como compositor, sobre todo de zarzuelas (aunque también hay en su haber obras sinfónicas), destacó en la Dirección de Orquesta desempeñando durante los dos primeros años de la guerra civil la de la Banda Municipal de Madrid, lo que a la postre le causó sinsabores derivados de su carácter fuerte e independiente y del “desvío”, por utilizar un eufemismo, que le demostraron las instancias oficiales y con que le obsequiaron algunos de sus compañeros como, al parecer, Guerrero y Moreno Torroba, no pudiendo pese a todo dar con Sorozabal en tierra. De su producción zarzuelística detallaré: KATIUSKA (1931), LA ISLA DE LAS PERLAS y ADIOS A LA BOHEMIA (1933), LA DEL MANOJO DE ROSAS (1934), LA TABERNERA DEL PUERTO (1936), CUIDADO CON LA PINTURA (1939/40), BLACK EL PAYASO (1942), LA ETERNA CANCION (1945), LOS BURLADORES (1948), ENTRE SEVILLA Y TRIANA (1950) y LAS DE CAIN (1958).
Los libretistas
Anselmo Cuadrado Carreño, según el Diccionario de la Zarzuela nació en Segovia en el siglo XIX, otras fuentes afinan más y dicen que fue 1896 el año de su natalicio situándolo en Madrid, en donde murió el 16 de mayo de 1952. En acertada colaboración con Fernández de Sevilla ha producido muchas obras de las que destaco LA DEL SOTO DEL PARRAL, de Soutullo y Vert, LOS CLAVELES de Serrano, AL DORARSE LAS ESPIGAS de Balaguer y DON MANOLITO de Sorozabal; fuera de esa colaboración escribió con Ramos de Castro LA DEL MANOJO DE ROSAS de Sorozabal y ME LLAMAN LA PRESUMIDA de Alonso y en solitario SOL EN LA CUMBRE de Sorozabal de cuya partitura “sacó” Sorozabal una romanza que le arregló a Marcos Redondo para su lucimiento personal en LA TABERNERA DEL PUERTO, que luego fue sustituida por el “Chíbiri Chíbiri”.

Francisco Ramos de Castro nació en Madrid en 1890 y murió, también en Madrid, el 4 de noviembre de 1963. Licenciado en Derecho, se dedicó al periodismo y a la literatura, siendo autor de numerosas obras teatrales de carácter cómico, desde sainetes a zarzuelas y sobre todo revistas y comedias musicales. Colaboró frecuentemente con Anselmo Cuadrado Carreño y fruto de ello fueron sus obras LA DEL MANOJO DE ROSAS, con música de Sorozabal y ME LLAMAN LA PRESUMIDA de Alonso. Fue un gran conocedor de resortes teatrales que supo modernizar la zarzuela actualizando las situaciones de los personajes y argumentos, consiguiendo efectos cómicos a través de diálogos ágiles, utilizando el retruécano, además de gran facilidad de inspiración para acomodarse a los números musicales.
Sinopsis
La acción tiene lugar en 1934, en una plaza de barrio madrileña en la que hay un garaje, un bar y una tienda de flores llamada «La del Manojo de Rosas». Se encuentran en la tienda, Joaquín, oficial mecánico del garaje con su aprendiz Capó, además de Don Daniel, el dueño de la tienda de flores y el camarero del bar, apodado Espasa por su afición a usar grandilocuentes expresiones, y romper los moldes del vocabulario. Ascensión, la florista, hija de Don Daniel, es una mocita madrileña de educación esmerada, pero orgullosa de su origen obrero, por lo que no quiere oír hablar de amores más que con un hombre de su clase. Aunque Don Daniel le ha aconsejado aceptar la proposición de Ricardo, joven y simpático aviador, Ascensión a quien quiere es a Joaquín, el mecánico, que le corresponde. Ricardo, tras una conversación con Don Daniel, está convencido de ser el candidato predilecto de Ascensión, y decide ir a declararse, pero al llegar a la puerta de la floristería se encuentra con Joaquín, los dos intercambian bravatas y amenazas. En contraste con este conflicto amoroso aparece otro entre Clarita, una coqueta manicura, Capó y Espasa. Aunque novia del primero, se deja querer por el otro, para así poner a prueba su amor. Espasa, que piensa que Clarita está loca por él, utiliza toda su verborrea para aburrir a Capó con sus camelos y hacerse dueño de la situación. Los padres de Joaquín, son Doña Mariana, mujer simpática y afable, y Don Pedro Botero, así apodado por ser un próspero traficante de chatarra. Ascensión lleva todos los días un ramo de rosas a Doña Mariana, sin saber que es la madre de Joaquín, por lo que, cuando aparece éste vestido como un señorito, comprende la florista que ha sido engañada en su buena fe. Más tarde, Ascensión está sentada en la puerta de su tienda y llega Joaquín, que como si no la hubiera visto en su casa, trata de piropearla. Pero ella le reprocha su conducta y le desprecia. Al enterarse de la ruptura, Ricardo, que no pierde la oportunidad, vuelve a cortejar a Ascensión quien, en su despecho, le acepta como novio delante de Joaquín. Meses después, Espasa, ahora cobrador de autobús, sigue mareando a Capó con su palabrería, que decide pagarle de la misma forma, y con la ayuda de un diccionario gitano, deja a Espasa descentrado y sorprendido. Envalentonado, Capó corteja a Clarita en puro argot faraónico. Por su parte, la relación entre Ascensión y Ricardo, cada día es mas fría, ella recela de todo. Don Pedro Botero se ha arruinado en el negocio de chatarra, y Joaquín tiene que volver al garaje como mecánico, esta vez por necesidad. Joaquín, al ver la frialdad que reina entre Ascensión y Ricardo, siente renacer la esperanza y expresa su cariño por Ascensión, seguro de que ella volverá a quererle. Enterada de la ruina de los padres de Joaquín, Ascensión lleva un ramo de rosas a Doña Mariana. Al salir se encuentra con Joaquín que, emocionado, agradece su delicadeza. Ambos recuerdan con tristeza los días felices de su amor. Ricardo ha comprendido que lo mejor es renunciar a Ascensión y pide Espasa que se lo diga. Ascensión pide a Clarita que le diga lo mismo a Ricardo y ambos quedan como buenos amigos, cuando llega Joaquín se reconcilia con Ascensión, mientras Clarita, Capó y Espasa brindan por la felicidad de «La del Manojo de Rosas».
Pocas zarzuelas hay que tengan un tema básico, un “leitmotiv” tan característico y hermoso, tan evocador como el expresado en la frase “no corté más que una rosa” de LA DEL MANOJO DE ROSAS. Su autor se dio cuenta del hallazgo y utilizó esta triste melodía como base de esta zarzuela, colocándola ya en la introducción y confiándola al más sensible de los instrumentos, al clarinete. Otro número interesante sigue, con un tema que ha hecho famosa a esta zarzuela: “Dice la gente del barrio” para el papel de la soprano, protagonista a la que se refiere el tema del preludio, que reaparece en su sentida canción “No corté más que una rosa”, que se prolonga después con la frase “Gavilán que con plumaje de palomo”. En el segundo acto se destacan el Preludio, con alusiones al tema y a otros momentos del drama, la Farruca o segundo dúo cómico de la obra y la romanza de barítono “Madrileña bonita”. La escena final entre soprano y barítono tiene un clima muy logrado y la reaparición del tema cumple su misión una vez más.
Indice de escenas
La obra se desglosa musicalmente en dos actos y los siguientes números:
Acto I: 1. Introducción y presentación de Ascensión “Dice la gente del barrio”. 2. Dúo de Ascensión y Joaquín “Hace tiempo que vengo al taller”. 3. Dúo de Ricardo y Joaquín “¿Quién es usted? 4. Romanza de Ascensión “No corté más que una rosa”. 5. Dúo cómico “Tienes que ser dócil”. 6. Concertante final del acto I “El que se cambia de ropa”.
Acto II: 7. Preludio. 8. Dúo cómico “Chinochilla de mi charniqué”. 9. Romanza de Joaquín “Madrileña bonita”. 10. Dúo de la ventana entre Ascensión y Joaquín “¿Está esto muy bajo?.... Qué tiempos aquellos”. 11. Final de la obra “¿Es que tú te has creído?.....Cuanto me hiciste sufrir”.
Personajes
Los principales son los siguientes:
Ascensión: Florista enamorada de Joaquín que “pasa a mejor vida”. Soprano.
Clarita: Ayudante de Ascensión y novia de Capó, a pesar de todo. Tiple cómica.
Joaquín: Estudiante de Ingeniería y luego obrero, enamorado de Ascensión. Barítono.
Ricardo: Aviador presuntuoso pretendiente de Ascensión. Tenor.
Capó: Obrero algo flojo pretendiente de Clarita. Tenor cómico.
Espasa: Camarero, fresco y así motejado por ser un diccionario viviente. Actor cantante.
Discografía
Basado sobre todo en la sección discográfica de esta página web, y buscando más bien el dato de identificación que la rigurosidad a veces difícil por la disparidad encontrada en las distintas fuentes consultadas, detallo las versiones siguientes:
Odeón-Blue Moon 1936 - Dirige Pablo Sorozabal y cantan María Teresa Planas, Marcos Redondo, Vicente Simón, Estrella Rivera y Antonio Palacios. Como es habitual en la mayoría de estas reconstrucciones la grabación no recoge la obra completa sino solo seis números.
Hispavox 1958 - Dirige Pablo Sorozabal y cantan Pilar Lorengar, Enriqueta Serrano, Renato Cesari, Francisco Maroto, Enrique Fuentes, José Marín, Rafael Maldonado, Gregorio Gil y Rafael Garay. El Diccionario de la Zarzuela nombra entre los intérpretes de esta versión a Alfredo Kraus, equivocados, posiblemente, porque se publica en el mismo estuche de dos CD junto con LA TABERNERA DEL PUERTO.
Alhambra 1967 - Dirige Pablo Sorozabal, cantan Teresa Berganza, Antonio Blancas, Julian Molina, Conchita Laya, Segundo García, Ramón Regidor y Luis Frutos. Como se trata de versión completa en dos discos, incluso con diálogos, las voces de los mismos son las de Ana María Vidal, Vicente Haro, Fernando Guillén, Julita Trujillo, Antonio Martelo, Paquito Cano, Andrés García Martí, Alfonso del Real, María Luisa Arias, Florinda Chico, Lola Lemos, Rafael García y José Carpena. Existe una versión en un disco solo con los números musicales.
Zafiro 1969 - Dirige Pablo Sorozabal y cantan Isabel Penagos, Alicia de la Victoria, Manuel Ausensi, Ramón Regidor, Eduardo Fuentes, Aurelio Rodríguez y Luis Frutos.
Esta obra ha sido y es predilecta de muchos cantantes a la hora de elegir repertorio para sus recitales, sobresaliendo entre ellas, Ainhoa Arteta y Ana María Sánchez y entre ellos Plácido Domingo y Carlos Alvarez que, además, inició su salto a la fama con esta zarzuelaen el Teatro Cervantes de Málaga.
Videograbaciones
La Biblioteca Nacional solo cita una grabación en vídeo, de triste actualidad en el Foro Nueva Zarzuela, dirigida por José María Damunt, en el Festival de Canarias de 2004 en que intervienen Carmen Aparicio, Andrés del Pino y Jorge de León.
Yo grabé de Canal Clásico hace unos años una producción (Sagi) del Teatro de la Zarzuela, que no sé si está comercializada, bajo la dirección musical de Miguel Roa y los cantantes Milagros Martín en Ascensión, Federico Gallar en Joaquín, Mario Rodrigo en Ricardo, Luis Varela en Espasa, Raquel Sierra en Clarita,
Rafa Castejón en Capó, Concha Leza en Doña Mariana, Tomás Alvarez en Don Daniel, Pedro M. Martínez en Don Pedro, José Carlos Pinuela en un camarero y J. Carlos Robles en un inglés.
En la base de datos de películas del Ministerio de Cultura, no aparece ninguna.
Bibliografía
He utilizado la siguiente:
“Diccionario de la Zarzuela”, coordinado por Emilio Casares Rodicio.
“El libro de la zarzuela”, de editorial Daimon.
“Historia de la zarzuela”, volúmen II, de Juan Arnau (Zacosa).
“Enciclopedia Espasa”
“La del manojo de rosas” estudio de Federico Sopeña anexo a vinilo de Alhambra

La parranda.


La obra

Se estrenó en el Teatro Calderón de Madrid, el 26 de abril de 1928, según viene avalado por el Diccionario de la Zarzuela y por la autobiografía de su principal intérprete Marcos Redondo, sin embargo en el Libro de la Zarzuela figura como fecha de su estreno el 18 de abril y en la biografía del Maestro Alonso de José Montero Alonso el 24 de abril. El reparto del estreno en los papeles principales fue el siguiente: Paquita Morante como Aurora, Marcos Redondo en Miguel, Trini Avelli en Carmela, Antonio Palacios como Retrasao, Eduardo Marcén como Don Cuco, Joaquín Torro en Don Manuel y Rafael María de Labra como Padre Vicente. Según el ilustre barítono fue un gran éxito, pero “ni mucho menos igualado al de LA CALESERA que adquirió caracteres de apoteosis, por eso yo hablaría de un “segundo estreno” esta vez en el Teatro Romea de Murcia el 23 de febrero (no se asusten ustedes) de 1929 en que un comienzo frío por parte del público se transformó en delirio a raíz del Canto a Murcia. Es curioso que sus autores no tenían mucha fe en el triunfo de la obra en su “ambiente natal” pues ya “El Liberal” murciano se hizo eco de los contradictorios comentarios que se produjeron y que iban desde esperar de la zarzuela un exaltado canto a Murcia hasta decantarse porque “se quisiera jugar con el público de Murcia” y cuenta Redondo que el Maestro Alonso le iba preparando el terreno para escurrir el bulto, cosa que se materializó y se dio a conocer mediante un telegrama recibido dos horas antes de la representación. La realidad es que esta zarzuela reportó a sus autores más dinero y fama que La Calesera, y Marcos Redondo confiesa que nunca dejó de representarla en una gira hasta su retirada en 1957. El Canto a Murcia se convirtió desde entonces en el himno oficioso de Murcia y a su primer intérprete se le ha venerado desde entonces no sólo en Murcia capital sino también en Cartagena, a pesar de los clásicos “celillos” entre ambas poblaciones (en ambas tiene dedicadas sendas calles), claro que el supo cultivar esta “devoción” en sus frecuentes giras a aquella región en donde incluso contó con “pandas de auroros” auténticos en sus representaciones de esta obra. Todavía hace dos años estuve en Murcia y en el Restaurante “La Huertanica”, a espaldas de la calle Trapería, dos simpáticos vejetes entonaban el Canto a Murcia y La Canción del Platero compatibilizándolo con la degustación de una menestra y unos vinillos, sirviéndoles de coro el resto de clientes y aun de dueños y camareros; fueron dos días preciosos.
El compositor
Francisco Alonso, nació en Granada el 9 de mayo de 1987 y murió en Madrid el 18 de mayo de 1948. De 1900 datan sus primeras obras conocidas, estrenadas en Las Escuelas del Ave María del Padre Manjón, poco después en 1903 es nombrado director de la Orquesta Filarmónica de Granada y de la Banda de obreros polvoristas de El Fargue (según el Diccionario de la Zarzuela en 1906). En 1911 marcha a Madrid aunque nunca perdió su idiosincrasia “granaína”, pues prácticamente fue embajador de Granada en Madrid. Imposible relacionar ni siquiera un porcentaje considerable de sus obras, solo citaré entre las zarzuelas LA LINDA TAPADA y LA BEJARANA (1924), CURRO EL DE LORA y LA CALESERA (1925), LA PARRANDA (1928) y LA PICARONA (1930); y entre las Revistas, LAS CORSARIAS (1919), LAS CASTIGADORAS (1927) y LAS LEANDRAS (1931), entre otras composiciones destaca la famosísima MAITECHU MÍA y EL HIMNO DE LA EXPOSICIÓN IBEROAMERICANA DE SEVILLA (1929)  reliquia recientemente desenterrada por Blue Moon al incluirla en los 5 CDs de Miguel Fleta. Compositor chispeante y brillante que yo creo que pudo alcanzar más calidad de habérselo propuesto pero, como a Guerrero y otros, le atrapó el éxito pronto y fácil, con apresuramiento salvado sólo por su inspiración (consta que los ensayos de La Calesera empezaron sin haber acabado los números musicales, entre ellos el famoso pasacalle y más todavía la romanza final para Marcos Redondo cuya frase musical “tu me puedes olvidar, yo jamás te olvidaré” pasó de las musas al teatro unos días antes del estreno) desembocando en la Revista que en definitiva dañó a la Zarzuela, y eso que aquellas Revistas eran muy superiores a las que les sucedieron. Por eso me hace gracia que “sea políticamente correcto” asimilar lo zarzuelero con su predominio en una determinada época de España, más o menos desde los felices 20 hasta la mediación de la dictadura franquista, cuando, a mi parecer, precisamente la Zarzuela ha sido víctima y no verdugo de la situación vivida en esos años por la música en España.
El libretista
Luís Fernández Ardavín, nació en Madrid el 16 de julio de 1891 y murió en la misma capital el 17 de diciembre de 1962. Su estilo está dentro del casticismo y temas regionales, siendo sus obras más conocidas, además y sobre todo de la que nos ocupa, LA BALADA DE CARNAVAL y EL SEÑOR PANDOLFO de Amadeo Vives, LA BEJARANA de Alonso y Emilio Serrano (el Diccionario de la Zarzuela en la reseña del libretista indica José Serrano), MANUELITA ROSAS de Alonso, LA CARAMBA de Moreno Torroba y EL AMA de Guerrero.
Sinopsis
El argumento, intranscendente como los de muchas zarzuelas que triunfaron, trata del amor de Aurora y Miguel estorbado por un pretendiente en poder de un secreto con el que chantajea a la pareja, con final rocambolesco pero feliz. Este drama infumable se salva por la inspiración musical, distribuida en 14 números, algunos de ellos basados en el tipismo murciano y estructurados en coros con o sin solistas, como “Festejando la flor primera”, “Campanitas de la ermita” o “Los auroros de la Cofradía”, otros de carácter cómico, el Dúo de Aurora Miguel que quizás sea el único número musical que tiene algo que ver con el argumento, pues los demás podrían pertenecer a cualquier obra de ambiente murciano. Destacan fundamentalmente el “Canto a Murcia” precedido de las seguidillas “Las estrellas del cielo son ciento doce”, y “La canción del platero” cuyo texto, no la música, procede del acervo cultural murciano del que también lo había recogido Joaquín Nin para componer EL PAÑO MURCIANO una canción que cantó Fleta y más recientemente Victoria de los Angeles.
Índice de escenas
Zarzuela en tres actos, con los siguientes números musicales (utilizo la distribución efectuada por José Prieto
Marugán):
Acto I: 1. Coro de huertanos “Festejando la flor primera”. 2. Coro de botijeros “Aquí estamos los tres botijeros”. 3. Dúo de Aurora y Miguel “Miguel yo no te creía”. 4. Nocturno y copla “Pensamiento que vuelas”. 5. Terceto cómico “Mira que arracadas”. 6. Ronda “Las estrellas del cielo son ciento doce”. 7. Canto a Murcia “En la huerta del Segura”.
Acto II: 8. Mozas y comadres “Aquí sale la novia más rebonita”. 9. Ronda de las solteras “Un regalo a la novia”. 10. Escena y coplas del quisiera “Boda de rumbo”. 11. Canción del platero “Óyeme mujer”. 12. Las parrandas “ponerse en fila”.
Acto III: 13. Salve de Auroros “Los Auroros de la cofradía”. 14. Final “Todos dicen que tienes”.
Personajes
Obra que cuenta con muchísimos personajes, solo detallo los principales:
Aurora: Hermosa alfarera amargada por un secreto y enamorada de Miguel. Soprano.
Miguel: Mozo de carácter noble, enamorado de Aurora. Barítono.
Carmela: Recién casada con Retrasao. Tiple cómica.
Retrasao: Calzonazos. Tenor cómico.
Don Cuco: Depositario del secreto que amarga a Aurora y hacedor del buen fin de la obra. Actor cantante.
Don Manuel: Cacique y mala persona que chantajea a los enamorados. Actor cantante.
Padre Vicente: Cura y mediador en el arreglo final. Actor cantante.
Discografía
Solo conozco dos versiones completas (la primera en realidad es tan solo una selección):
Emi-Odeón 1954: Dirigida Rafael Ferrer (F. Delta) y cantada por Lolita Rovira, Marcos Redondo, Conchita Panadés y Bartolomé Bardají. Según el Diccionario de la Zarzuela el sello discográfico es REGAL. En el formato CD de esta grabación figura como fecha de la misma 1962, lo cual fue objeto de algún debate en el Foro Nueva Zarzuela, en que yo opiné, y sigo opinando a tenor de la lógica de la voz de Marcos Redondo y apoyado en el catálogo de la Biblioteca Nacional, que la fecha es la arriba indicada. José Prieto Marugán en su reciente libro resalta que Marcos Redondo sigue siendo el barítono de siempre pese a sus casi setenta años (se fía de la fecha de grabación equivocada de 1962) con cuerpo, potencia brillantez y timbre varonil, aunque detecta cierta falta de capacidad para ejecutar frases largas y el uso de algún portamento para alcanzar los numerosos escollos agudos de sus intervenciones. Yo confirmo la dignidad de su trabajo a sus 61 años de edad, y lo que es una pena es que no haya grabación completa coetánea al estreno, como existen de otras muchas zarzuelas gracias a Blue Moon, pero basta escuchar el Canto a Murcia y la Canción del platero en las grabaciones de 1928 para comprobar que a ese nivel sobrado de potencia, gallardía y musicalidad no ha llegado ningún otro cantante español de su cuerda.
Columbia 1958: dirigida por el maestro Tejada con Pilar Lorengar, Manuel Ausensi, Julita Bermejo y Gerardo Monreal. Por sonido, facultades del barítono y delicadeza de Pilar Lorengar sensiblemente superior a la versión antes citada.

La Verbena de la Paloma (zarzuela).




La verbena de la Paloma es una zarzuela con libreto de Ricardo de la Vega y música de Tomás Bretón. Se estrenó el 17 de febrero de 1894 en el Teatro Apolo de Madrid. Como era corriente en las zarzuelas lleva un subtítulo: El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos.
Su título hace referencia a la Verbena de la Paloma, una de las más castizas y tradicionales de Madrid. Esta zarzuela es una de las más reconocidas y apreciadas por el pueblo madrileño, ya que además de la referencia a la Virgen Castiza es un retrato del Madrid de finales del siglo XIX, con sus chulos y chulapas.
Se estructura en un sólo acto, dividido en tres cuadros (las zarzuelas del Género Chico suelen tener un acto y ser de corta duración). Cada cuadro tiene decorado y escenificación diferentes. En la obra aparecen personajes tan entrañables y recordados como las chulapas, el sereno, los guardias (guindillas), el tabernero, además de otros tan castizos como Don Hilarión y su amigo Don Sebastián, la tía Antonia... Todos estos personajes son muy característicos del viejo Madrid del siglo XIX.

Argumento

La historia transcurre en el Madrid cercano a la calle de Toledo en el atardecer y noche del 14 de agosto. Susana y Casta, dos jóvenes trabajadoras de un comercio de la zona, aceptan los galanteos de un maduro boticario, don Hilarión. Julián, que está enamorado de la Susana se pone de los nervios y no ve con buenos ojos ni al viejo boticario ni sus intenciones. Llega el día de la Verbena de la Paloma y las dos jóvenes, con su mantón de Manila y un vestido de seda chiné, deciden acompañar a su anciano admirador a la verbena. Julián estará allí…

Fragmentos más populares

- El aceite de ricino.
El aceite de ricino
ya no es malo de tomar.
Se administra en pildoritas
y el efecto es siempre igual.
Hoy las ciencias adelantan
que es una barbaridad
!Es una brutalidad!
!Es una bestialidad!

- Seguidillas: Por ser la Virgen de la Paloma.
Por ser la Virgen
de la Paloma,
un mantón de la China-na,
China-na,
te voy a regalar

- Soleares: En Chiclana me crié
En Chiclana me crié,
que me busquen en Chiclana
si me llegara a perder.

Los arroyos y las fuentes
no quieren mezclar sus aguas
con mis lágrimas ardientes.

Si porque no tengo madre
vienes a buscarme a casa
anda y búscame en la calle,

que me dijo mi madre que no me fiara
ni de tus ojos que miran traidores
ni de tus palabras.

- Coplas de Don Hilarión.
Una morena y una rubia,
hijas del pueblo de Madrid,
me dan el opio con tal gracia
que no las puedo resistir.
Caigo en sus brazos ya dormido,
y cuando llego a despertar,
siento un placer inexplicable
y un delicioso bienestar.
Y es que las dos,
!ja, ja, ja, ja!,
se deshacen por verme contento,
!ja, ja, ja, ja!,
esperando que llegue el momento
en que yo decida,
!ja, ja, ja, ja!,
cuál de las dos
me gusta más

- Habanera: "¿Dónde vas...?".
¿Dónde vas con mantón de Manila?
¿Dónde vas con vestido chiné?
A lucirme y a ver la verbena,
y a meterme en la cama después.

Curiosidades

El libreto escrito por Ricardo de la Vega iba a ser compuesto por Ruperto Chapí, aunque finalmente no se hizo cargo de su composición. La obra fue de mano en mano hasta que Tomás Bretón puso música al libreto en 19 días, cuando ya se ensayaba el libro. La idea de que el músico salmantino compusiera una obra de estas características, no fue bien recibida al principio, ya que Tomás Bretón nunca había puesto música a un sainete. Pero La verbena de la Paloma resultó todo un éxito y un gran acontecimiento el día de su estreno y, sin duda, es la obra más famosa de este compositor por la que siempre se le recordará. Es la obra cumbre de nuestro Género Chico y una de las más famosas y tarareadas por los españoles. Al estreno acudieron personajes tan célebres como Leopoldo Alas Clarín, entre otros.
Zarzuela conocida a nivel internacional, ya que ha sido representada en infinidad de teatros en España y en el extranjero desde que se estrenó hace más de un siglo. Posee fragmentos muy famosos y pegadizos, que han sido tarareados y silbados de generación en generación hasta nuestros días.
Cine.
 La verbena de la Paloma ha sido llevada al cine en tres ocasiones hasta el momento.
La primera fue en 1921, en cine mudo, dirigida por José Buchs.
La segunda versión fue en blanco y negro, en el año 1934, dirigida por Benito Perojo y protagonizada por Raquel Rodrigo y Miguel Ligero.
La tercera versión cinematográfica fue en 1963, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia y protagonizada por Vicente Parra, Miguel Ligero, Concha Velasco entre otros.

martes, 29 de diciembre de 2009

Zarzuela – La rosa del azafrán – Jacinto Guerrero




    La rosa del azafrán es una zarzuela en dos actos, con música de Jacinto Guerrero, y estrenada el 14 de marzo de 1930 en el Teatro Calderón de Madrid. El libreto, como en la mayoría de las zarzuelas, alterna las partes cantadas con las habladas. La parte cantada no excede la hora de duración. Sin embargo, a pesar del tiempo, el libreto mantiene la actualidad, mérito de lo bien escrito que está. El tema es clásico: el amor entre dos personajes de diferentes clases sociales. El nombre de la zarzuela se debe al azafrán que es una planta con raíz bulbosa, de flores moradas y estigmas rojos que se usa para condimentar y para teñir de amarillo, también posee algunas propiedades medicinales. Se hace referencia en el libreto a que el amor es tan frágil como esta flor peregrina otoñal, “que brota al salir el sol y muere al caer la tarde”.
  1. Acto I
      Escena primera. (Hacienda en La Mancha) Se inicia la zarzuela con los compases alegres del baile de una Seguidilla en festejo por el Patrono del pueblo, y Catalina entonando Aunque soy de La Mancha, no mancho a nadie, que ha devenido en un himno popular manchego. Aparece Juan Pedro, un labrador contratado por la hacienda, con Aunque soy forastero, y luego con la célebre canción del sembrador: Canción: Cuando siembro voy cantando. Juan Pedro le había pedido matrimonio a Catalina, ella le pide a su ama Sagrario permiso. Sagrario acepta siempre que Juan Pedro se vaya de la hacienda, pues no consentía que los novios estén bajo el mismo techo. También lo hacía porque sentía atracción por él, y quería tenerlo lo más lejos posible, porque eran de diferentes clases sociales. Tras escuchar el Dúo: Ama, lo que usted me pide, Catalina se da cuenta que la atracción entre Juan Pedro y Sagrario era mutua, y no lo acepta. De manera secundaria, también en esta escena, Moniquito trata de que Catalina lo acepte como su enamorado, pues aunque era flojo y algo descarado, buscaba una mujer. También aparece Don Generoso, un noble anciano que antiguamente había tenido propiedades y buena fortuna, mas lo había perdido casi todo en la guerra. Ahora, algo loco, buscaba formar un nuevo ejército de niños. Moniquito y Custodia hablan con el pobre anciano, quien había perdido un hijo en su juventud, lo que le trastornó la mente. Esta situación dará un giro en el siguiente acto. Además, el gañán Carracuca busca a Custodia para que lo ayude a curar a su esposa, enferma de histeria.
      Escena segunda. (Villa cerca a la hacienda) Juan Pedro y otros campesinos quieren dar serenata a sus amadas. Se canta Ronda: Hoy es sábado y no quiero dormir en la quintería. Moniquito, buscando trepar al balcón de la mujer a quien cortejaba con una escalera, encabeza el Pasacalle: Dos por dos son cuatro.
      Escena tercera. (Hacienda en La Mancha) Las mujeres de la hacienda, se encuentran reunidas pelando las cáscaras del azafrán, las jóvenes, pensando en sus mozos. Coro: De mondar mucha rosa yo no me alabo. Sagrario entona la bella melodía que le da nombre a la zarzuela La rosa del azafrán es una flor arrogante, luego acompañada por todos. En esta misma escena, Sagrario le confía a Custodia que ama a Juan Pedro, pero sabía que este amor era imposible. Sigue el trabajo de las mujeres Coro: Si quieres que te lo diga. Aparece Juan Pedro y le explica sus sentimientos. Sagrario se niega por orgullo. Juan Pedro decide irse, renunciando al amor: Tan frágil es el amor como esta flor peregrina.
  2. Acto II
      Escena primera. (Plaza de la villa) Ha pasado casi un año y Catalina decide aceptar a Moniquito ante la ausencia de Juan Pedro, pero al verlo se decepciona por que no lo consideraba un buen partido. Dúo: Pero ven acá. Mientras tanto, la esposa de Carracuca se murió, y éste estaba buscando nueva esposa, porque tenía muchos hijos que no podía cuidar. Tanguillo: ¡Conformidad!. Se acercan muchas pretendientes solteronas que estaban dispuestas: Coro: La Juliana, de casarse contigo tiene ganas. Entre Carracuca y Moniquito sólo encuentran defectos entre ellas. Reaparece Juan Pedro, quien no había olvidado a Sagrario, ni ella a él, pero la diferencia por el status era tan obvia, que no permitía el amor entre ellos: Romanza: No me duele que se vaya. Juan Pedro le pide ayuda a Custodia, quien al ver que ambos sufrían injustamente, halla la solución: Juan Pedro se haría pasar por el hijo de Don Generoso, y al mismo tiempo esto podría ayudar a Don Generoso a recuperar la cordura.
      Escena segunda. (Campiña manchega) Las espigadoras empiezan su canto Coro: Acudid, muchachas y Catalina entona Esta mañana muy tempranito tras la faena por la cosecha. Todos se enteran que Don Generoso había encontrado a su hijo: Juan Pedro, lo que cambiaba su status totalmente.
      Escena tercera. (Hacienda en La Mancha) La celebración por las próximas bodas de Juan Pedro y Sagrario comienza con la alegre Jota: Bisturí, Bisturí se quería casar y las intervenciones de Sagrario: Manzanares, Manzanares ya no es tierra de manzanos y de Juan Pedro: Quisiera ser tu pañuelo. Sin embargo Juan Pedro siente remordimientos de que se unieran por un ardid, por lo que decide confesar su pesar: Dúo: Tengo una angustia de muerte. Sin embargo, Sagrario ya lo sabía, y sus sentimientos hacia él ya no podían cambiar. Culmina con un final feliz para todos: los amantes juntos, Don Generoso se recupera de su locura, y el viudo Carracuca se casa con Catalina, excepto para Moniquito, que ve deshechas sus esperanzas con Catalina. Los compases del “Bisturí, Bisturí” cierran la zarzuela en medio de la alegría general.
ESTE BLOG SE CREO EL 29 DE DICIEMBRE DE 2009
FESTIVIDAD DE SANTO TOMÁS BECKET