La obra
Se estrenó en el Teatro Calderón de Madrid, el 26 de abril de 1928, según viene avalado por el Diccionario de la Zarzuela y por la autobiografía de su principal intérprete Marcos Redondo, sin embargo en el Libro de la Zarzuela figura como fecha de su estreno el 18 de abril y en la biografía del Maestro Alonso de José Montero Alonso el 24 de abril. El reparto del estreno en los papeles principales fue el siguiente: Paquita Morante como Aurora, Marcos Redondo en Miguel, Trini Avelli en Carmela, Antonio Palacios como Retrasao, Eduardo Marcén como Don Cuco, Joaquín Torro en Don Manuel y Rafael María de Labra como Padre Vicente. Según el ilustre barítono fue un gran éxito, pero “ni mucho menos igualado al de LA CALESERA que adquirió caracteres de apoteosis, por eso yo hablaría de un “segundo estreno” esta vez en el Teatro Romea de Murcia el 23 de febrero (no se asusten ustedes) de 1929 en que un comienzo frío por parte del público se transformó en delirio a raíz del Canto a Murcia. Es curioso que sus autores no tenían mucha fe en el triunfo de la obra en su “ambiente natal” pues ya “El Liberal” murciano se hizo eco de los contradictorios comentarios que se produjeron y que iban desde esperar de la zarzuela un exaltado canto a Murcia hasta decantarse porque “se quisiera jugar con el público de Murcia” y cuenta Redondo que el Maestro Alonso le iba preparando el terreno para escurrir el bulto, cosa que se materializó y se dio a conocer mediante un telegrama recibido dos horas antes de la representación. La realidad es que esta zarzuela reportó a sus autores más dinero y fama que La Calesera, y Marcos Redondo confiesa que nunca dejó de representarla en una gira hasta su retirada en 1957. El Canto a Murcia se convirtió desde entonces en el himno oficioso de Murcia y a su primer intérprete se le ha venerado desde entonces no sólo en Murcia capital sino también en Cartagena, a pesar de los clásicos “celillos” entre ambas poblaciones (en ambas tiene dedicadas sendas calles), claro que el supo cultivar esta “devoción” en sus frecuentes giras a aquella región en donde incluso contó con “pandas de auroros” auténticos en sus representaciones de esta obra. Todavía hace dos años estuve en Murcia y en el Restaurante “La Huertanica”, a espaldas de la calle Trapería, dos simpáticos vejetes entonaban el Canto a Murcia y La Canción del Platero compatibilizándolo con la degustación de una menestra y unos vinillos, sirviéndoles de coro el resto de clientes y aun de dueños y camareros; fueron dos días preciosos.
El compositor
Francisco Alonso, nació en Granada el 9 de mayo de 1987 y murió en Madrid el 18 de mayo de 1948. De 1900 datan sus primeras obras conocidas, estrenadas en Las Escuelas del Ave María del Padre Manjón, poco después en 1903 es nombrado director de la Orquesta Filarmónica de Granada y de la Banda de obreros polvoristas de El Fargue (según el Diccionario de la Zarzuela en 1906). En 1911 marcha a Madrid aunque nunca perdió su idiosincrasia “granaína”, pues prácticamente fue embajador de Granada en Madrid. Imposible relacionar ni siquiera un porcentaje considerable de sus obras, solo citaré entre las zarzuelas LA LINDA TAPADA y LA BEJARANA (1924), CURRO EL DE LORA y LA CALESERA (1925), LA PARRANDA (1928) y LA PICARONA (1930); y entre las Revistas, LAS CORSARIAS (1919), LAS CASTIGADORAS (1927) y LAS LEANDRAS (1931), entre otras composiciones destaca la famosísima MAITECHU MÍA y EL HIMNO DE LA EXPOSICIÓN IBEROAMERICANA DE SEVILLA (1929) reliquia recientemente desenterrada por Blue Moon al incluirla en los 5 CDs de Miguel Fleta. Compositor chispeante y brillante que yo creo que pudo alcanzar más calidad de habérselo propuesto pero, como a Guerrero y otros, le atrapó el éxito pronto y fácil, con apresuramiento salvado sólo por su inspiración (consta que los ensayos de La Calesera empezaron sin haber acabado los números musicales, entre ellos el famoso pasacalle y más todavía la romanza final para Marcos Redondo cuya frase musical “tu me puedes olvidar, yo jamás te olvidaré” pasó de las musas al teatro unos días antes del estreno) desembocando en la Revista que en definitiva dañó a la Zarzuela, y eso que aquellas Revistas eran muy superiores a las que les sucedieron. Por eso me hace gracia que “sea políticamente correcto” asimilar lo zarzuelero con su predominio en una determinada época de España, más o menos desde los felices 20 hasta la mediación de la dictadura franquista, cuando, a mi parecer, precisamente la Zarzuela ha sido víctima y no verdugo de la situación vivida en esos años por la música en España.
El libretista
Luís Fernández Ardavín, nació en Madrid el 16 de julio de 1891 y murió en la misma capital el 17 de diciembre de 1962. Su estilo está dentro del casticismo y temas regionales, siendo sus obras más conocidas, además y sobre todo de la que nos ocupa, LA BALADA DE CARNAVAL y EL SEÑOR PANDOLFO de Amadeo Vives, LA BEJARANA de Alonso y Emilio Serrano (el Diccionario de la Zarzuela en la reseña del libretista indica José Serrano), MANUELITA ROSAS de Alonso, LA CARAMBA de Moreno Torroba y EL AMA de Guerrero.
Sinopsis
El argumento, intranscendente como los de muchas zarzuelas que triunfaron, trata del amor de Aurora y Miguel estorbado por un pretendiente en poder de un secreto con el que chantajea a la pareja, con final rocambolesco pero feliz. Este drama infumable se salva por la inspiración musical, distribuida en 14 números, algunos de ellos basados en el tipismo murciano y estructurados en coros con o sin solistas, como “Festejando la flor primera”, “Campanitas de la ermita” o “Los auroros de la Cofradía”, otros de carácter cómico, el Dúo de Aurora Miguel que quizás sea el único número musical que tiene algo que ver con el argumento, pues los demás podrían pertenecer a cualquier obra de ambiente murciano. Destacan fundamentalmente el “Canto a Murcia” precedido de las seguidillas “Las estrellas del cielo son ciento doce”, y “La canción del platero” cuyo texto, no la música, procede del acervo cultural murciano del que también lo había recogido Joaquín Nin para componer EL PAÑO MURCIANO una canción que cantó Fleta y más recientemente Victoria de los Angeles.
Índice de escenas
Zarzuela en tres actos, con los siguientes números musicales (utilizo la distribución efectuada por José Prieto
Marugán):
Acto I: 1. Coro de huertanos “Festejando la flor primera”. 2. Coro de botijeros “Aquí estamos los tres botijeros”. 3. Dúo de Aurora y Miguel “Miguel yo no te creía”. 4. Nocturno y copla “Pensamiento que vuelas”. 5. Terceto cómico “Mira que arracadas”. 6. Ronda “Las estrellas del cielo son ciento doce”. 7. Canto a Murcia “En la huerta del Segura”.
Acto II: 8. Mozas y comadres “Aquí sale la novia más rebonita”. 9. Ronda de las solteras “Un regalo a la novia”. 10. Escena y coplas del quisiera “Boda de rumbo”. 11. Canción del platero “Óyeme mujer”. 12. Las parrandas “ponerse en fila”.
Acto III: 13. Salve de Auroros “Los Auroros de la cofradía”. 14. Final “Todos dicen que tienes”.
Personajes
Obra que cuenta con muchísimos personajes, solo detallo los principales:
Aurora: Hermosa alfarera amargada por un secreto y enamorada de Miguel. Soprano.
Miguel: Mozo de carácter noble, enamorado de Aurora. Barítono.
Carmela: Recién casada con Retrasao. Tiple cómica.
Retrasao: Calzonazos. Tenor cómico.
Don Cuco: Depositario del secreto que amarga a Aurora y hacedor del buen fin de la obra. Actor cantante.
Don Manuel: Cacique y mala persona que chantajea a los enamorados. Actor cantante.
Padre Vicente: Cura y mediador en el arreglo final. Actor cantante.
Discografía
Solo conozco dos versiones completas (la primera en realidad es tan solo una selección):
Emi-Odeón 1954: Dirigida Rafael Ferrer (F. Delta) y cantada por Lolita Rovira, Marcos Redondo, Conchita Panadés y Bartolomé Bardají. Según el Diccionario de la Zarzuela el sello discográfico es REGAL. En el formato CD de esta grabación figura como fecha de la misma 1962, lo cual fue objeto de algún debate en el Foro Nueva Zarzuela, en que yo opiné, y sigo opinando a tenor de la lógica de la voz de Marcos Redondo y apoyado en el catálogo de la Biblioteca Nacional, que la fecha es la arriba indicada. José Prieto Marugán en su reciente libro resalta que Marcos Redondo sigue siendo el barítono de siempre pese a sus casi setenta años (se fía de la fecha de grabación equivocada de 1962) con cuerpo, potencia brillantez y timbre varonil, aunque detecta cierta falta de capacidad para ejecutar frases largas y el uso de algún portamento para alcanzar los numerosos escollos agudos de sus intervenciones. Yo confirmo la dignidad de su trabajo a sus 61 años de edad, y lo que es una pena es que no haya grabación completa coetánea al estreno, como existen de otras muchas zarzuelas gracias a Blue Moon, pero basta escuchar el Canto a Murcia y la Canción del platero en las grabaciones de 1928 para comprobar que a ese nivel sobrado de potencia, gallardía y musicalidad no ha llegado ningún otro cantante español de su cuerda.
Columbia 1958: dirigida por el maestro Tejada con Pilar Lorengar, Manuel Ausensi, Julita Bermejo y Gerardo Monreal. Por sonido, facultades del barítono y delicadeza de Pilar Lorengar sensiblemente superior a la versión antes citada.
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